Cartas de lectores | Carlos Pólit, corrupto buenito

Es una enseñanza para la sociedad ecuatoriana y sobre todo para la clase política y judicial

De la información publicada en este Diario el 2 de octubre de 2024, relativa a la sentencia al excontralor del correísmo, Carlos Pólit, a 10 años de reclusión y el decomiso de sus propiedades mal habidas y con dinero sucio por una cuantía de $ 16 millones, llama la atención lo que se indica: que el abogado principal, Howard Srebnick, leyó una carta de los socios y amigos del corrupto, en la que lo describen como muy buena persona, generosa y que siempre ha participado en causas solidarias, como en el terremoto de 2016. También enumeró sus buenas conductas ayudando con la limpieza de su celda y sirviendo comida a otros reos. Efectivamente, se ratifica para Ecuador que el excontralor Pólit fue buenito con mucha gente de la Revolución Ciudadana, tipo Glas y Empresas como Odebrecht, Seguros Sucre y Global Reinsurance Broker de Ecuador, a las que generosamente les perdonó glosas millonarias; y generosamente ayudó en la limpieza de los muchos cartones que mantenía en su dorada ‘suite’ del Swiss Hotel en Quito, para que las llenaran de cientos de fajos de dólares por sus coimas. Generosamente lo ayudaron sus conductas de buen samaritano en su momento a dar una fianza de $ 14 millones para estar en su edificio y mansión en Miami - Florida, viendo la televisión con su heredero John Pólit, operador del lavado de dinero de origen delictivo e ilícitos. Es una enseñanza para la sociedad ecuatoriana y sobre todo para la clase política y judicial, ya descubierta y corrupta, gracias sobre todo a la no corrupta, asimilar en algo la ética y moral de la justicia de este país amigo del Ecuador, como es EE. UU., y aprender cómo se debe juzgar y sancionar ejemplarmente a los corruptos politiqueros de cuello blanco, dándoles su mensaje de no impunidad. Amparados por partidos políticos con dirigentes y autoridades de turno que alcanzaron el poder, saquean al gusto las arcas del Estado y sentenciados penalmente, huyen campantes al exterior, diciendo que no son delincuentes sino perseguidos políticos, a disfrutar vergonzosamente, para ellos y sus familias, de la plata mal habida.

Omar Vinicio Herrera R.