Cartas de lectores: El caso de Olón debe ser investigado

Gente nacida y criada en este lugar, reclaman con lágrimas porque son familias que solo viven de la venta del crustáceo

El lugar conocido como estero de Oloncillo, en la comuna de Olón, perteneciente a la parroquia Manglaralto, en la provincia de Santa Elena, parecería que nunca ha tenido la protección adecuada de las autoridades, porque debieron ser los propios colonos quienes salieran a protestar por el desbrozamiento arbitrario de varias hectáreas de algarrobo, de las que ahora dicen fueron adquiridas por una empresa de la esposa del presidente Noboa para construir edificios faraónicos.

Gente nacida y criada en este lugar, reclaman con lágrimas porque son familias que solo viven de la venta del crustáceo.  Los comuneros señalan que van a seguir elevando su voz de protesta en contra de quienes minimizan que el daño en Oloncillo no tiene importancia. Aseguran que no fueron 20 los árboles que se cortaron con una maquinaria pesada que hizo lo que mejor les vino en gana. Y advierten que tampoco van a descansar hasta demostrar que el perjuicio a la fauna y flora no es solo de ahora ya que, desde hace tiempo la fiscalía también tiene conocimiento del asunto. Ellos dicen que los árboles sirven como amortiguadores de los ruidos, que liberan el vapor de agua que refresca el ambiente, que fijan el CO2 atmosférico, y que funcionan como pequeños ecosistemas donde viven animales e insectos que interactúan entre sí.

El presidente Noboa en vez de estarle huyendo al problema familiar, debería abrir una línea de investigación en contra de representantes del municipio de Santa Elena, para que proporcionen nombres y cifras exactas de ciertos casos que conduzcan a conocer cuáles son los programas en donde se está gastando el dinero de los santaelenenses.

Emilio Ruiz