Cartas de lectores | Caso Vicepresidencia
Que no nos vengan ahora a decir que el presidente no sabía, y que no permitiría la violación a la Constitución y a la ley
En el caso de la vicepresidente de la República, el gobierno nacional viola la Constitución y obliga a su subalterna, la ministra de Trabajo, también a vulnerar sus disposiciones . Viola el art. 83, que en su literal 1 manda a acatarla y cumplirla. El art. 147 , en su numeral 1, dispone que el presidente de la República tiene el deber de cumplir y hacerla cumplir, así como las leyes del ordenamiento jurídico del país. El art. 149 dispone que quien ejerza la vicepresidencia de la República estará sujeto a las mismas inhabilidades y prohibiciones del presidente, desempeñando sus funciones por igual período. La ausencia permitida por la Constitución para el cargo de vicepresidente es de 90 días y no de 150 días, sanción que tampoco existe en la Ley Orgánica de Servicio Público, que se la quiere aplicar burlándose del pueblo ecuatoriano que eligió en las urnas a la actual vicepresidente. Esa resolución de sanción que de ninguna manera se ajusta a las disposiciones constitucionales es nula, sin ninguna eficacia jurídica, como lo manda el art. 424 de la misma Constitución. El nombramiento de una nueva vicepresidente también es nulo, porque esa figura no existe en la normativa constitucional y se está arrogando atribuciones que no las tiene el presidente.
Además, la resolución del Ministerio del Trabajo no se encuentra motivada, no existe la pertinencia de su aplicación a los hechos, como lo manda la misma Constitución en su art. 76, numeral 7, literal l), cuando se omiten las disposiciones constitucionales para su elaboración, y al no encontrarse verdaderamente motivada la resolución que no se ajusta a la Constitución ni a las ley que invocan, deben ser sancionadas las personas que la elaboraron con la destitución de sus cargos.
Que no nos vengan ahora a decir que el presidente no sabía, y que no permitiría la violación a la Constitución y a la ley. Los ecuatorianos ya dejamos de ser pen... y queremos que se respete la Constitución, ¿o es que estamos en una dictadura que solo satisface intereses personales?
Gustavo Chiriboga Castro