Cartas de lectores | Cayó el contralor de lujo

Con qué facilidad y diligencia pagan las fianzas, más de 28 millones entre los dos

Sí, así calificó el presidente prófugo a Carlos Pólit, con quien colaboró 10 años, y tenía razón: se trataba de un funcionario con 100 % de calificación de manos limpias, uñas largas y corazón ardiente por el dinero. Pero gracias a un error de él y de su hijo John, su asesor financiero, que ‘invirtieron’ dineros ilícitos en EE.UU., donde sí funciona la justicia, el papá fue juzgado y el hijo ha sido arrestado y notificado que va a ser procesado por los mismos delitos. ¡Qué lección para nuestra justicia!, el excontralor salió libre a EE.UU., el hijo sobreseído por no encontrarle agravantes y ni un solo dólar recaudado. En cambio, el juez de Florida determinó que más de 16 millones de dólares producto de sobornos de Odebrecht y otras empresas fueron lavados, por lo cual recibirá una posible sentencia de cerca de 20 años de cárcel y confiscación de 12 propiedades en ese estado; aunque la defensa pide que la pena no sea más de seis años, argumentando su edad, supuestas buenas acciones en Ecuador y que el monto lavado ‘solo’ es de 10 millones seiscientos mil dólares. Con qué facilidad y diligencia pagan las fianzas, más de 28 millones entre los dos; qué poder económico, todo con un sueldo de contralor que será de cinco mil mensuales o sea sesenta mil anuales por 10 años de gestión: seiscientos mil dólares en el caso extremo de que todo ahorró. Y la gran diferencia, ¿de dónde salió? De este juicio quedan algunas conclusiones: 1) deberían algunos jueces y fiscales hacer una pasantía en EE.UU. para que aprendan las buenas prácticas de sus colegas; 2) de declaraciones del actual contralor parece que el mal ejemplo del exjefe quedó impregnado en empleados y funcionarios de nivel medio; dice, entre otros hallazgos, que se ha evidenciado que laboran además en estudios jurídicos privados, notifican a servidores que les va a salir una responsabilidad para asesorarlos; los estafan pidiendo dinero bajo el supuesto de que van a ayudarlos, cuando los informes ya caducaron; pérdida de unos cuatro mil millones de dólares por glosas caducadas, en general porque mantenían guardados los trámites; pérdida por desvanecimiento de dos glosas, una por 110 millones y otra de nueve millones que no pueden ser recaudados porque los documentos y computadoras se quemaron en el incendio. ¿No había respaldos?, ¿no tenían copias físicas o en medios magnéticos o en la nube?; 3) ¿el incendio del edificio de Contraloría lo hicieron manifestantes seguidores de Iza o fue un autoincendio para desaparecer evidencias?

C. Wellington Ríos Villafuerte