Cartas de lectores: Codicia que causa cegueras, ¿es o no un título equivocado?
Creo indispensable realizar una investigación, primero para saber por qué tuvo que transferirse a tantos pacientes
Diario EXPRESO del 14 de septiembre publica, con ese título, un amplio reportaje sobre la transferencia de 13 afiliados del IESS a la clínica privada Sacoto, para que se les atienda por un problema de degeneración macular que padecía cada uno de ellos, lo que terminó, después de las respectivas intervenciones, en dicha clínica, en la ceguera de todos ellos por diferentes errores cometidos en la medicación.
El tratamiento que se había iniciado en el IESS terminaba en el uso de una medicina para retardar la pérdida de la visión, que requería cuidados especiales como la temperatura a la que debía estar, la humedad, la luz y la utilización de cualquier sobrante.
Debía inyectarse directamente en el ojo, sin que el paciente necesite internarse, pero las indicaciones médicas no se habrían respetado, por lo cual todos ellos habrían “amanecido completamente ciegos” por las equivocaciones cometidas, entre otras: la inyección debía usarse primero en un ojo y ocho días después en el otro, lo cual tampoco se habría respetado, y lo que es peor, todos los pacientes terminaron con una grave infección ocular.
Ante el problema suscitado se les informa que recuperarían la visión en ocho días y que desaparecería el dolor insoportable en ambos ojos por la infección, ya que la medicina empleada habría estado “contaminada. Uno de los pacientes había sido operado en dos ocasiones más, sin lograr ninguna recuperación. La pérdida de la visión de cada una de estas personas sería irrecuperable.
Creo indispensable realizar una investigación, primero para saber por qué tuvo que transferirse a tantos pacientes, habiendo médicos retinólogos en el IESS; segundo, por qué se derivaron todos los pacientes a la misma clínica, habiendo otras; y, tercero, establecer las responsabilidades para sancionar a los culpables, pues no es un pequeño error, sino una monstruosa equivocación.
El tema me alarma más porque por igual problema estuve cerca de ser atendido en la clínica del IESS y podría haber estado en ese lamentable grupo; felizmente lo voy superando gracias a las atenciones en dos consultorios privados.
Iván Escobar Cisneros