Cartas de lectores: La conciencia en Semana Santa
De nada estamos seguros en la vida terrenal, el pecado está enquistado, dando paso a lo banal
Es hora de arrepentirnos de las malas acciones y de las bajas pasiones que azotan nuestro vivir; es por esto que el mundo está inmundo y próximo a sucumbir. Ahora tiene relevancia lo que impacta a los sentidos, ya no manda el corazón, con su sublime latido. Los 10 Mandamientos de la ley de Dios están casi en el olvido. Los valores se han perdido, ahora prima el instinto y el mundo es un laberinto, difícil de gobernar. Por eso el mundo clama, por eso está llorando e implorando perdón; porque ha perdido la conciencia y las puertas tiene abiertas, al monstruo de la corrupción. La maldad abrió sus alas, causando mucha aflicción, la mayoría la practica sin pena y sin restricción. El amor se fue de viaje, igual respeto y honor; hoy se vive con dolor y total indiferencia. Atrás quedó el Catecismo y enseñanzas de Carreño, lo bueno se sepultó, lo de hoy es cruel veneno. De nada estamos seguros en la vida terrenal, el pecado está enquistado, dando paso a lo banal. Esta vida no es confiable, la decadencia es total, pero Dios es la esperanza, solo El nos salvará. El ‘mea culpa’ se impone en toda la sociedad, para limpiar el pecado que nos cubre a saciedad; por eso hay que hacer conciencia en toda la humanidad, purificar el alma para nunca más pecar. Con ayuno, abstinencia y también con penitencia, los pecados se perdonarán; más la confesión debida y comunión recibida, las puertas del cielo se abrirán. La oración diaria, el dulce alimento que nunca debe faltar, nutre al alma y a la vida la cubre con la verdad .
Myrna Jurado de Cobo