Cartas de lectores | Las contribuciones del doctor Antonio Parra Velasco
Lamentablemente, esta propuesta no prosperó, y cada país mantuvo su moneda propia
Este verdadero hombre de la patria nació un 17 de diciembre de 1900. Hoy, al cumplirse 124 años de su natalicio, lo recordamos como un excelente Ministro de Relaciones Exteriores del Ecuador, embajador plenipotenciario y un destacado padre de la patria. Es recordado por su generosa contribución al fortalecimiento de los lazos diplomáticos con Francia, Inglaterra y Venezuela, países donde ejerció como embajador, así como con Uruguay, la tierra de su distinguido padre.
Sus logros como rector de la Universidad de Guayaquil deberían ser reconocidos por las autoridades del alma mater porteña, honrando su legado al colocar su nombre a esta Universidad del Pueblo. Sin embargo, se ha dado mayor resonancia al nombre de un presidente extranjero, Salvador Allende, de Chile.
Antonio Parra Velasco destacó por su alcance diplomático, concretado en 1933 cuando propuso al Congreso de Uruguay, en la ciudad de Montevideo, la doctrina de la solidaridad obligatoria de los Estados. Este concepto aportó luces en materia de comercio exterior y en la práctica de la mercadotecnia moderna, buscando que los encargados de negocios impulsaran la modificación de los aranceles para las materias primas de los países latinoamericanos. Además, solicitó la creación de una moneda común denominada “peso bolivariano”. Lamentablemente, esta propuesta no prosperó, y cada país mantuvo su moneda propia, salvo el caso del Ecuador, que en 1999 adoptó el dólar estadounidense como moneda oficial de facto.
José Arrobo Reyes