Cartas de lectores | Un corazón navideño puro
Un corazón endurecido es una persona que no oye bien
El concepto bíblico de la palabra corazón es el centro de la personalidad. Jesús dice que el corazón es el portador del bien o el mal; y lo que sale de la boca, bueno o malo, empieza desde el corazón. En estas fechas navideñas abramos ese abanico de gozo, razonamiento, entretenimiento, y pensamientos positivos con fe y alegría con nuestro prójimo; pongámonos en sus zapatos por un día; veremos la diferencia de lo que tenemos nosotros con los que no tienen: el sufrimiento diario en sus vidas. Seamos más agradecidos con Dios por darnos salud, techo donde refugiarnos y alimento, así sea un huevo frito y arroz en momentos de tribulaciones y elegía alimenticia. De la soberbia, orgullo, el vil metal; y llenemos ese menú navideño compartiendo ese pan con el que menos tiene, que es el mejor antídoto para un corazón destrozado y sin esperanzas. Un corazón endurecido es una persona que no oye bien, y su ego está muy elevado. Tiene los ojos cerrados. Aún teniendo un año positivo, dirá su trillada frase anual “No tengo”. El pecado navideño consiste en ser falso ante los ojos de Dios.
Javier Valarezo Serrano