Cartas de lectores: Correa y sus tentáculos
Correa añadió un delito a su maltrecha personalidad. El art. 64 de la CRE le prohíbe ser consultado, entrevistado o fiscalizar actos del poder público por prófugo, pero se ha transformado en el campanero mayor y cómplice de corruptos y narcos, metiendo otra vez la mano en la justicia. ¿Cómo se enteró antes de la operación Metástasis para que algunos involucrados puedan huir? Tiene tentáculos en todas las instituciones.
Su Senain clandestina tiene informantes en Contraloría, Fiscalía y Asamblea. ¿Quién es el contacto? Creo que usted lo sabe Sr. presidente. ¡Líbranos Sr. de todos ellos! Actúe, pero no entregándole el Viceministerio de Gobierno al socialcristiano Esteban Torres.
Se explica por qué la presidenta de la comisión Fiscalizadora de la Asamblea estaba empeñada en apresurar el juicio político a la fiscal, para evitar el operativo Metástasis, y el presidente del Consejo de la Judicatura seguir con el concurso, plagado de irregularidades, de jueces a la Corte Nacional.
Un insulto predilecto de Correa era “caretuco”; para su despecho está rodeado de ellos. Y siempre decía “prohibido olvidar”. La Pame Aguirre olvida a los que tienen que ir a juicio político urgente: el Sr. Terán por no cumplir sus obligaciones, hoy preso por supuesta delincuencia organizada; la Sra. Atamaint y el Sr. Cabrera por estar en funciones prorrogadas, ser culpables del fracaso del voto telemático y haber permitido a la RC tener tantos asambleístas. Correa es la nueva metástasis de su propio cáncer político. ¡Nunca volverá!, lo dijo Fernando Villavicencio.
José Mayorga Barona