Cartas de lectores: Corregimos o nos hundimos

Y así van arrastrando a las sociedades del país, por sendas oculta de aviesas pretensiones

No señalamos a persona o grupo alguno con el calificativo de disgregador porque nos enseñaron a no perder el tiempo, eso es estigmatizar al prójimo. Nos dieron como razón de vida proporcionar a cada cual el respeto, aun sabiendo de sus yerros, pero es cuestión de cada persona, si quiere rectificar y emprender un nuevo procedimiento de vida, que efectúe un autoexamen de conciencia para liberarse de su inconducta.

El mundo da vueltas. Con el transcurso del tiempo, a veces lo que creíamos que estaba mal o causaba daño, lo visualizamos bajo otra óptica, caemos en cuenta de nuestra equivocación, pero ya es tarde e inútil remediarlo; hemos realizado como seguidor de malas acciones, inconscientemente, el desprestigio contra alguien o contra algo que ni siquiera conocemos de manera expresa o personal, y ni hemos constatado que lo que decimos o sentimos es efectivamente real. Lo inexplicable es que no nos causó ningún mal, pero lo tomamos a pecho, sintiéndonos amargamente ofendidos, haciendo causa común a una corriente que en muchas ocasiones tiene fines de propia conveniencia.

 Por temor al que dirán se abstienen de corregir y llevan esa pesada carga, pero como es tal el peso en sus conciencias, se permiten en encontrar en quién desfogar tal frustración, involucrando como se dice ‘formatearles’ el cerebro, como si con eso se eximieran de culpas.

 Las personas inseguras no aceptan rectificar procedimientos de vida, solo amoldan su personalidad a hechos subjetivos y las dejan para el mañana o endosan las soluciones de sus problemas. Y así van arrastrando a las sociedades del país, por sendas oculta de aviesas pretensiones. Los ‘motejadores’, los que se dicen inmaculados perfeccionistas, se esfuerzan hipócritamente para introducir, como en un embutido, falsos conceptos e ideas malévolas al buen vivir de una sociedad desprejuiciada, limpia, sana y honesta como la ecuatoriana.

César Antonio Jijón Sánchez