Cartas de lectores | No se puede dar lo que no se posee

¡Qué difícil es saber escuchar!

Respetar significa valorar a los demás, acatar su autoridad y considerar su dignidad. El respeto es la esencia de las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del trabajo en equipo, de la vida familiar. Quien respeta no ofende, porque conoce la autonomía de cada ser humano.

En días anteriores se llevó a cabo la interpelación a la señora ministra del Interior, Mónica Palencia, en el pleno de la Asamblea, y se cometieron toda clase de torpezas, entre ellas el griterío y la falta de respeto a una autoridad, gritar sin ninguna argumentación. También los señores asambleístas se burlan y hacen mofa de la crisis energética, lo que nos ruboriza. Ustedes están en vitrina, exhibición; por consiguiente deben dar ejemplos positivos. ¿Quién es el otro? El otro es nuestro prójimo y merece toda nuestra consideración. Respetar las ideas de los demás, escuchar al otro. ¡Qué difícil es saber escuchar! ¿Acaso no están claras las intenciones de la Asamblea de mayoría confabulada entre correístas y disidentes resentidos de otras corrientes con afanes obstruccionistas? Son los avatares de una descompuesta institución nacional, que perdió la perspectiva de los principios y valores de justicia, respeto, paz. Hoy más que nunca la patria necesita de sus hijos, personas con valores, responsables, honestas, íntegras, capaces de crear un ambiente de seguridad y cordialidad.

Sara María Garaicoa Granizo