Cartas de lectores: Debe haber luz de 6 a 10, de 12:30 a 14:30 y de 16:30 a 22:30
No se exacerbarán los tiempos muertos de transportación por caos vehicular
En lugar de apagar 10 horas seguidas la luz al sector industrial, que utiliza 25 % de la energía eléctrica, para poder planificar turnos de trabajo se puede mantener el servicio de luz de 6 a 10:00, de 12:30 a 14:30, de 16:30 a 22:30 y cada tres horas en la madrugada. Así se evita que se descompongan alimentos congelados. Mientras tanto las empresas importan generadores eléctricos. Así se evitará congestionar más el tráfico por falta de semáforos en entradas y salidas de instituciones educativas. Y no se afectará el horario destinado a adultos mayores y personas vulnerables para su aseo, alimentación y estar debidamente informados, una de sus mayores distracciones. Hasta que la naturaleza nos ayude a alcanzar (con tapones que se construyan para embalses) las cotas máximas de agua en plantas hidroeléctricas, debemos reducir el consumo de electricidad, que ha aumentado 6 % en los últimos días, según las autoridades, cambiando por ejemplo para el día los partidos de fútbol. Hasta que se pueda reforzar la matriz energética con nuevos proyectos hidroeléctricos o eólicos, el Gobierno puede promover microproyectos solares, aprovechando que Ecuador goza de 12 horas diarias de luz solar. De adoptarse este esquema para todo el país, sin horarios diferenciados, no se afectará al empleo por cierre de empresas y pequeños y medianos negocios, incluyendo restaurantes, teatros, y circuitos de atractivos turísticos que deben funcionar por la noche, con estratégicas desconexiones eléctricas voluntarias. No se exacerbarán los tiempos muertos de transportación por caos vehicular. Frente a la molestia generalizada por este lamentable retroceso, que aumenta la inseguridad y disminuye el ingreso de turistas al país, las empresas que precisan un par de horas extras de luz para que se enciendan -y al final de la jornada se enfríen- sus equipos, deben disponer urgentemente la importación para colaborar con sus propios generadores eléctricos y no tener que modificar un esquema horario como el propuesto. Así, todos los sectores dejaremos de sentir incertidumbre con cortes con horarios cambiantes. Organicémonos.
Diego Fabián Valdivieso Anda