Cartas de lectores: Debemos dejar atrás un pasado triste y reprochable

¡Nuestra nación requiere de un estadista, preparado, honesto, serio, digno, como alternativa real del poder en 2025!

Los cánones de la historia nacional tienen una enfática y señalada visión de pretensiones o reivindicaciones de derechos conculcados o quebrantados por malsanos intereses de grupos políticos o privilegiados de cierta clase política, que siempre han tenido como finalidad mal intencionada o deliberada usufructuar ilegalmente nuestro valioso erario nacional. Todo gobierno surgido de la voluntad popular libremente expresada en las urnas se debe distinguir por las obras prometidas y realizadas, la intensidad de una delicada, honesta y seria administración; la asistencia desinteresada a todos los sectores de la sociedad, que se remarque trascendental y notablemente. Las organizaciones políticas en su calidad de instituciones de derecho público, con la misma práctica de siempre, han postulado candidatos a la Presidencia de la República y legisladores para las elecciones de febrero de 2025 sin tomar en cuenta la integridad, el arraigo popular, la dignidad y el respaldo ciudadano. Resulta necesario establecer en Ecuador condiciones verdaderamente creíbles, tomando en cuenta la convulsa y complicada época en que vivimos. No se puede variar la paz política y la convivencia integral caminando por senderos de vertiginoso y arduo curso, dejando la incertidumbre, obstáculos, limitaciones y restricciones que aparecen repentinamente, para tratar de buscar a futuro, desarrollo social, financiero y económico sostenible. Para las próximas elecciones se presenta de manera irrefutable un entorno contaminado, herencia de un pasado triste y reprochable; por consiguiente, hay que tratar de desaparecer, con reformas legales, la deshonestidad, la incapacidad, la corrupción, la impunidad, el sectarismo político, la prepotencia, la abominable apatía o indiferencia y otros males similares, para forjar un panorama halagüeño de nuestra democracia. En el próximo proceso electoral, las autoridades deben generar un ambiente creíble y una situación política de manifiesto amor cívico y democrático. ¡Nuestra nación requiere de un estadista, preparado, honesto, serio, digno, como alternativa real del poder en 2025!

Mario Vargas Ochoa