Cartas de lectores: No debemos seguir endeudándonos

El problema nace al cuantificar primero los egresos y después los ingresos

En EXPRESO del 22 de diciembre, bajo el título “Por qué nos seguimos endeudando”, se sostiene la tesis de que mientras el presupuesto del Estado, no tenga superávit en lugar de déficit, es inevitable contratar nuevos créditos, afirmación que no la comparto por las siguientes razones:

1. Habrá déficit mientras los egresos sean superiores a los ingresos, lo cual puede corregirse reduciendo los gastos, si es que no es posible aumentar los ingresos tributarios.

2. El problema nace al cuantificar primero los egresos y después los ingresos, cuando lo lógico, lo técnico y no lo político, es primero calcular las disponibilidades presupuestarias y luego establecer los niveles de gasto.

3. Los gastos en remuneraciones deberían reducirse, disminuyendo la ‘sobrevaloración’ de los cargos del primer nivel, como ministros, viceministros, subsecretarios, directores generales, asesores y coordinadores, porque ya no contamos con ‘precios del petróleo de más de 100 dólares el barril’, ni lo volveremos a tener.

4. Hay que reducir la burocracia porque, lastimosamente, ‘la importancia’ de cada dependencia se mide en función del número de servidores, lo cual puede corregirse disponiendo que cada organismo reduzca su personal en un porcentaje determinado.

5. Aunque constitucionalmente es prohibido financiar gastos ordinarios con ingresos extraordinarios, se burla la norma calificando determinados gastos corrientes, como parte de la inversión, lo cual ni el Ministerio de Finanzas, ni la Contraloría General deberían permitirlo.

Si se aceptan las recomendaciones señaladas, ya no tendremos déficit, sino superávit y ya no necesitaremos seguir endeudándonos, porque si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos obteniendo los mismos resultados.

Iván Escobar Cisneros