Cartas de lectores | Estamos dejando atrás un año para el olvido
Es muy probable que en los primeros meses de 2025 veamos más sufrimiento y angustias de toda índole
Así es, estamos a pocos días de celebrar Navidad y que concluya el año. Lamentablemente, estas festividades están empañadas por el agobio de 17 millones de ecuatorianos, en desesperanza por la angustia que anida la galopante ola delincuencial, criminal y violencia social que nos agobia, falta de empleo, de un techo donde vivir, de medicinas en hospitales públicos y del IESS, además del hambre que padecen miles de familias. Esperamos que en nuestro Ecuador esta Navidad nazca el niño Dios dentro de cada uno de nosotros, con el compromiso de cultivar el amor por nuestra patria y sacarla de la postración en que se encuentra. Es hora de que cada ecuatoriano deje de sentirse miembro de una gran masa de seres indiferentes sometidos por la desilusión o el confort, separados por el discurso oficial. Entendamos que cada uno de nosotros somos un ser único, distinto e irrepetible; debemos convertirnos en ciudadanos útiles, orgullosos de su patria, participando de un destino común, responsabilizándonos por la construcción de un mejor país, obra de todos. Estamos dejando atrás un año muy complejo, de crisis energética, económica, social, alarmante desempleo, insoportable corrupción e impunidad, aterradora inseguridad, imparable criminalidad, narcotráfico, drogadicción de niños y jóvenes. Que en esta Navidad 17 millones de estrellas bendigan el alma de todos los que habitamos en esta bella nación, con la esperanza de ver al Ecuador que anhelamos, dueño de su propia grandeza. Es muy probable que en los primeros meses de 2025 veamos más sufrimiento y angustias de toda índole. Será como todos los inicios de un final muy doloroso. Ojalá elijamos bien a nuestros futuros mandatarios y que estos hagan las cosas bien, para que el éxito nos motive y no la desesperanza de vivir en tinieblas ni la abrumante criminalidad. En esta Navidad que cada estrella bendiga el alma de todos nuestros compatriotas e ilumine el cerebro de nuestros políticos, con la esperanza de ver a Ecuador en el camino del progreso, paz y justicia social. ¡Feliz Navidad y un próspero año nuevo!
Mario Vargas Ochoa