Cartas de lectores | Déjense de politiquería barata y enfrenten la inseguridad
Se requiere que nuestras autoridades empiecen a tomar estrategias enérgicas y efectivas
El país está camino a la violencia extrema; miles de delincuentes y pandilleros están dilucidando su resentimiento social a punta de plomo, provocando muerte y dolor en gran parte del territorio nacional, sin que nuestras autoridades apliquen estrategias oportunas y efectivas que disminuyan esta espiral de terror en la que nos encontramos sumergidos y que nos está liquidando como nación. Los estados de excepción acompañados de toques de queda han sido ejecutados por el actual gobierno en múltiples ocasiones como medida desesperada para combatir la delincuencia y criminalidad, limitando los derechos constitucionales. Se han prorrogado en varias ocasiones para controlar a las diferentes pandillas identificadas en todo el territorio y para reducir delitos de extorsión, narcotráfico, sicariatos y secuestros. Esta estrategia ha sido severamente cuestionada; pese a las prórrogas, los asaltos, extorsiones, secuestros, sicariatos y otros delitos han continuado. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos han advertido que el narcotráfico, altos índices de pobreza y desigualdad alimentan la violencia; han alertado que la violencia, inseguridad ciudadana y crimen organizado estarán presentes si no se atacan las causas estructurales. La falta de empleo, las escasez de oportunidades para la juventud, la corrupción, la impunidad, una democracia sin respuesta a los graves problemas que tiene la nación, promesas incumplidas, alarmantes índices de pobreza y pobreza extrema forman parte de un caldo de cultivo para la galopante y criminal violencia que vivimos.
Se requiere que nuestras autoridades empiecen a tomar estrategias enérgicas y efectivas, que dejen la politiquería a un lado y junto a los demás sectores de la sociedad enfrenten esta lacra que nos está aniquilando, a fin de lograr resultados contundentes que den respuestas positivas a corto, mediano y largo plazo. Hoy más que nunca se necesitan políticas públicas para generación de empleo, pues nuestra juventud está desesperada por carecer de trabajo y termina engrosando las pandillas ante la desesperanza.
Mario Vargas Ochoa