Cartas de lectores: Desempolven el proyecto de los urbanistas

El alcalde mientras estuvo en campaña nunca dijo a sus seguidores que iba a cobrarles un nuevo impuesto predial obligatorio

Cuando el Dr. José María Velasco Ibarra ganó por quinta ocasión las elecciones para presidente constitucional de la República, pronunció un discurso que sigue siendo una lección de cómo debemos trabajar para engrandecer a los pueblos pobres, sin llevárseles un centavo. Lamentablemente, ninguno de sus conceptos prácticos los escuché decir en las últimas elecciones entre quienes se pintaron de presidentes, alcaldes, gobernadores, prefectos y asambleístas. El Dr. Velasco dejó claro que hay que hacer algo en la vida, porque esta es para hacer el bien, no el mal; es para la creación, no para la destrucción; para el espíritu y no solo para la materia, pues esta es una expresión de que se vale el espíritu para engrandecer a la humanidad, fortificarla y levantarla. Desafortunadamente, en este país seguimos como el cangrejo. Por ejemplo, el alcalde Aquiles Álvarez hasta ahora les dice a los guayaquileños si está o no en capacidad de seguir administrando la ciudad. Somos un verdadero desastre urbanístico. Con las primeras lluvias que cayeron el 10 de enero se inundaron todas las calles y avenidas de varias ciudadelas, pues los ductos-cajones están taponados con basura. Mientras, desde la Prefectura del Guayas se acomodan enviando boletines de prensa, argumentando que la draga se dañó (el cuento del gallo pelón). Para que alcalde y prefecta vean que en nuestro medio sí hay gente capaz de seguirle la huella a los desastres urbanísticos y ambientales, no hace mucho Diario EXPRESO realizó un gran esfuerzo, con un concurso en el que participaron varios profesionales de todo el país, donde cada uno fue dando señales exactas de lo que harían para que Guayaquil vuelva a convertirse en la Perla del Pacífico. Hasta ahora nadie ha podido dar luces para que la gran urbe deje de sufrir y no siga creciendo llena de plagas, al vaivén de perjuros y falsos dirigentes políticos. El pueblo ya se está cansando de tantos ofrecimientos de autoridades de papel. El alcalde mientras estuvo en campaña nunca dijo a sus seguidores que iba a cobrarles un nuevo impuesto predial obligatorio, hecho sin precedentes que afecta tremendamente el bolsillo de los pobres. Ahora busca arroparse con el cuento de que ellos son GAD, por lo que todo el mundo tiene que quedarse callado. Lo que guayaquileños deben saber que son 6.700 millones de dólares anuales lo que se llevan los municipios. ¿A dónde va toda esa plata?

José Emilio Ruiz Ortiz