Cartas de lectores | Diferente interés político entre Samborondón y Cumbayá

En el fondo, los residentes de Samborondón no le tienen miedo a la política

EXPRESO en sus ediciones del 23 y 30 de junio hace referencia al distinto interés político entre los residentes de tales polos de desarrollo local, donde se asentarían, en ambos casos, familias de importantes patrimonios, sitios donde, obviamente, se observan diferencias notorias en el monto de las inversiones destinadas a vivienda, pues mientras en Samborondón, aparentemente, hay muchas de varios millones, en Cumbayá no hay tantas. Puede afirmarse que unas tratan de demostrar, principalmente, el ‘progreso económico´, y las otras solo probar el ‘mejoramiento social’. En el fondo, los residentes de Samborondón no le tienen miedo a la política y por eso participan en ella, en cambio los serranos generalmente sienten vergüenza y repudio porque están convencidos, como sostiene el filósofo José Ingenieros en El hombre mediocre, que “el político transforma (toda) su vida en una mentira”, olvidando que “más importante es que se aplaudan sus acciones más que sus discursos”. Y añade que, generalmente, los políticos “buscan adular al que tiene poder”, sin importarles el engaño al que no lo tiene; por eso, “antes de apoyar una causa, investigan el impacto que tendría su apoyo”; y “pese a que no admiran la virtud, quieren que se les cuente entre los virtuosos”. Pero aún así, los políticos ecuatorianos siguen siendo la antípoda del presidente López de México, quien cree públicamente que (solo) “la corrupción crea riqueza al financiar el desarrollo”, pues supuestamente, según él, “un gobierno sin corrupción no sirve para nada”.

Iván Escobar Cisneros