Cartas de lectores | Dios es mi compañía
Hay muchas personas a quienes la fe los ha ayudado en enfermedades catastróficas
Acudir a Dios es una de las opciones que ayuda a liberar el dolor y la carga emocional que se puede generar. Esa conexión espiritual con Jesucristo puede disimular los niveles de ansiedad, preocupación y temor. La fe no es cumplir, es amar a Dios. Dios es padre y nosotros somos sus hijos; todo lo que nos rodea, un hermoso paisaje, un atardecer, una rica comida, las maravillas del universo, son regalos de nuestro padre, para que lo disfrutemos. Antes de ir a dormir hay que agradecer a Dios por todo lo sucedido en el transcurso del día, por los éxitos, las bendiciones y los desafíos. Dios es experto en cambiar lágrimas por sonrisas, tristezas por alegrías y problemas por bendiciones. En la enfermedad, Dios me sana; en la necesidad, Dios me provee; en la fortaleza y en la angustia también. Con fe todo; sin fe nada. Hay muchas personas a quienes la fe los ha ayudado en enfermedades catastróficas, sin embargo aún hay otras neófitas, escépticas y con esa inobservancia del milagro de Dios. La fe mueve montañas y tu enfermedad desaparece por arte de magia.
Javier Valarezo Serrano