Cartas de lectores | Dios tarda pero no olvida: le tocó a la Pabón

Hablando de los delitos cometidos por correístas, indígenas y sus infiltrados en las vandálicas manifestaciones de octubre de 2019, la fiscal Salazar lanzó una lapidaria advertencia que habrá puesto a temblar a la prefecta de Quito, Paola Pabón: “Realmente ese es el desafío, llegar a establecer la responsabilidad individual, individualísima, de cada uno de los actores en estas protestas”. “Por los desmanes fueron procesadas tres personas acusadas de rebelión: Virgilio Hernández, Christian González y Paola Pabón, quienes han buscado un acercamiento con la fiscal”. “Rebelión es un acto de resistencia a la autoridad. Es un delito tipificado generalmente como un acto colectivo violento, utilizando armas con el fin de derrocar a autoridades legítimas del Estado”. Les volvió a fallar el golpe de Estado. A Pabón le colocaron grillete electrónico dos años, hasta que una artera amnistía de la Asamblea liberó a 268 pícaros, 57 con procesos judiciales. La fiscal con Metástasis y Purga puso sobre el tapete los ‘milagros’ y nombres de jueces corrompidos. Hay necesidad de que se le vuelva a instalar el grillete, pues sigue conspirando y utilizando la prefectura como centro de abastecimiento de armas y pertrechos para destruir calles e incendiar edificios como Contraloría, difundiendo a través de Radio Pichincha órdenes del prófugo. Diana va a establecer la responsabilidad individualísima de los vándalos que destruyeron Quito y que paradójicamente lo gobiernan; los pillos atestarán las cárceles, a excepción de los ‘mexicanos’ que siguen protegidos por López Obrador.

Carlos Mosquera Benalcázar