Cartas de lectores | A Ecuador le urge contar con políticos honestos y demócratas
El desfile de corruptos por las cárceles nadie lo detendrá mientras tengamos una persona honesta como Salazar en la Fiscalía
A pesar de la putrefacta corrupción revelada por la fiscal Diana Salazar, por sobre todas las cosas el pueblo ecuatoriano anhela vivir en paz y en democracia, ya que son el camino de la prosperidad. Trabajar a favor del bien común y por el bienestar de nuestras familias es lo primordial. Si de algo estamos cansados es de los constantes conflictos ocasionados por nuestra clase política por corrupción, por defender ideologías, intereses de partidos y movimientos políticos que generan problemas de todo tipo, que afectan a la mayoría de la población, que en gran porcentaje vive en la miseria. El político ecuatoriano nunca aprenderá que debe respetar el Estado de derecho y el sistema democrático que hemos elegido. Recordemos las infames administraciones del correísmo, donde el ataque despiadado de Correa a la Constitución y al Estado de derecho, que estuvieron a punto de perderse, no los ha hecho reflexionar ni modificar sus erradas actuaciones. Han seguido defendiendo sus mezquinos y ambiciosos intereses e incrementando la corrupción en todos los niveles; ahí tenemos los ejemplos de Metástasis, Purga y Plaga, que desnudan de cuerpo entero a nuestra nefasta clase política, que (con pocas excepciones) no está interesada en mejorar la calidad de vida de los pobres, ni en el bienestar común, ni en que haya equidad social. Por eso nuestro sistema democrático es frágil; la crisis generalizada se da por imponer sus agendas políticas a cualquier costo. No se detiene el narcotráfico y el crimen organizado; se ha incrementado la delincuencia común; la salud y educación son precarias. Por seguir una agenda política antipatriótica y de impunidad han descuidado, y no les interesa resolver, los graves problemas que enfrentamos. Ojalá que los casos de corrupción señalados les sirvan para poner barbas en remojo. El desfile de corruptos por las cárceles del país nadie lo detendrá mientras tengamos una persona honesta como Diana Salazar en la Fiscalía, comprometida con la patria, que se tomó en serio el reto de combatir la nefasta y sistémica corrupción que tiene postrada a la nación.
Mario Vargas Ochoa