Cartas de lectores | Embarazo en adolescentes

La gestación en adolescentes es un evento de alto riesgo para la unidad maternofetal

El 26 de septiembre de cada años se conmemora el Día mundial de la prevención del embarazo no planificado en niñas y adolescentes. Ningún niño viene con un pan bajo el brazo, viene con un montón de problemas y responsabilidades. En América Latina y el Caribe la fecundidad total (número de hijos por mujer) ha disminuido y las tasas de fecundidad en adolescentes se han reducido ligeramente, si embargo es la única región del mundo con una tendencia ascendente de embarazos en menores de 15 años, según Unfpa. Cada año, en la región un 15 % de todos los embarazos ocurre en adolescentes y dos millones de niños nacen de madres con edades entre 15 y 19 años. Una de cada 10 mujeres que muere en nuestro país es madre adolescente, dos de cada diez niños que fallecen luego del parto son hijos de una adolescente y aproximadamente 19,48 % de mujeres que están dando a luz en Ecuador son mujeres entre 10 y 19 años de edad. Ocupamos el primer lugar en la región andina en prevalencia del embarazo en adolescentes y el segundo en América del Sur. A nivel nacional hay alrededor de 1.800 embarazos anuales en niñas menores a 15 años. En Latinoamérica ocupamos el tercer lugar. 53.847 embarazos en niñas y adolescentes registró el Ministerio de Salud en 2022 (3.386 fueron niñas de 10 a 14 años), los 50.461 restantes fueron adolescentes de 15 a 19 años; a su vez en 13.926 casos (25 %) se presentaron problemas que impidieron que los niños nazcan por distintas causas: hemorragias, infecciones toxemias, etc.; más abortos provocados, que en el 95 % de los casos obedecen a embarazos no planeados y por ende no deseados. La gestación en adolescentes es un evento de alto riesgo para la unidad maternofetal, con un elevado índice de morbimortalidad, y con una elevada carga y costo social que se traduce en el peligroso Síndrome Explosivo Intermitente, que afecta a personas que crecieron en familias donde eran comunes el comportamiento explosivo y el abuso verbal y físico. Los niños que ven o pasan por este tipo de violencia a una edad temprana tienen más probabilidad de tener las mismas características cuando crecen.

Francisco Plaza Bohórquez