Cartas de lectores | Empatía hacia quienes perdieron por causa de las vacunas
Jamás podré ser empática con los delincuentes y asesinos
Durante 32 años laboré como periodista en Diario Extra, cuya línea editorial es ampliamente conocida. En ese tiempo, 17 años para ser exactos, recorrí muchísimas dependencias policiales en varias partes del país, reporteando noticias de crónica roja y otros sucesos. Si supieran cuántas veces vi quejarse y llorar, sin derramar una sola lágrima, a los delincuentes cuando eran capturados por la Policía. Pese al delito flagrante y a las evidencias, juraban por la mamá, los hijos y por Dios que eran inocentes, argumentando incluso confusión por parte de los uniformados. Cuando veían a los reporteros armaban el ‘show’ del dolor, demostrando su destreza como manipuladores. También fui testigo de las veces que defecaron en los patrulleros con tal de no ir presos; pero igual los encerraban. Vi a las madres de muchos de esos detenidos llorar y lamentarse con amargura por el camino que habían escogido. No todas eran solapadoras de esos malos pasos. Y hablo así por la experiencia vivida como reportera. A ellos no se les puede dar oportunidad de nada, porque en un abrir y cerrar de ojos son capaces de todo. Los miembros del Ejército y la Policía saben lo que tienen que hacer. Jamás podré ser empática con los delincuentes y asesinos. Mi empatía va para aquellos que perdieron a un familiar y sus negocios por causa de las vacunas, y para aquellos que llevados por la inseguridad se vieron obligados a migrar.
Ivonne Lago