Cartas de lectores: La espera
La tarde de febrero se apagó dejando una estela de colores pasteles
Hace siete años que nos despedimos en el malecón de La Libertad-Santa Elena, cerca de la iglesia de la loma, escollera manchada de algas y la caleta hoy caída.
Emigró a Italia dejándome sumido en eterna espera. En cada llamada me dice que me ama y no me olvida y me afirma que pronto llegará.
Todas las tardes desde que se marchó, vuelvo a este rincón a contemplar la caída de sol, que calma la ansiedad y cura la tristeza.
Desde un banco de rejas cubierto por una veranera de flores color rosadas, una tarde soleada de un sábado, observando el ocaso, en el último instante que el astro rey, se pierde en el firmamento, de pronto unos brazos, desde mi espalda cubrieron mi pecho, y su melena tocaba mi rostro.
Era ella, había vuelto...
La tarde de febrero se apagó dejando una estela de colores pasteles.
La noche se cubrió de estrellas y la luna se posó radiante.
Evelio Patricio Reyes Tipán