Cartas de lectores: Falencias académicas

El ser maestro implica gran compromiso y seria responsabilidad

El Consejo de Aseguramiento de Calidad de la Educación Superior (Caces) muestra cuadros estadísticos donde se observa que 47,70 % de los médicos reprobaron el examen de habilitación para el ejercicio profesional, igual que enfermeros u odontólogos. Existe un problema estructural formativo de un ente docente, discente, autoridades poco comprometidas, administración viciada e indiferente con la realidad. Mucha mediocridad, falta pasión para la gestión educativa. El ser maestro implica gran compromiso y seria responsabilidad; ser conscientes de que son coequiperos de sus propios educandos y caminar con ellos. Necesitamos directivos capaces, que administren la universidad eficientemente y lograr un cambio total de actitud. Deben tomarse correctivos: auditoría total, refrescar las capacidades para tomar decisiones certeras. Evaluar cada semestre resultados para garantizar a la sociedad los profesionales que salen de la universidad. La labor del maestro no se puede asumir como un oficio o trabajo más, es un gran compromiso consigo mismo y con los estudiantes. Lo mismo los graduados, vaya a saber cómo llegaron al final de la carrera. A las autoridades: rector, decanos, jefes departamentales, les interesa llenar espacios (clientes) y cuando el estudiante obtiene mala nota, ordenan su pase. ¿Estamos olvidando en las aulas lo esencial, la mística de ser médico, enfermero u odontólogo? Preocupa el producto que egresa de las aulas de cualquier universidad. El resultado de una decisión equivocada puede ser la ruina de una vida.

Sara María Garaicoa Granizo