Cartas de lectores: Los famosos apagones
Así, en unos dos años podríamos tener una mejor perspectiva de desarrollo
Han pasado 30 años desde el estiaje de 1994, cuando tuvimos apagones al punto que se cambió el horario, La hora Sixto, por el nombre del presidente de ese entonces (Sixto Durán Ballén). En esa época algunos estudiosos de la materia advertían ya que a futuro y por el cambio climático habría más estiajes y que nos debíamos preparar.
Pasaron por el poder desde esa época muchos presidentes, gobiernos que no hicieron nada para mitigar y resolver esta terrible deuda para con el país. Cuando Diario EXPRESO el 6 de octubre les hizo entrevistas a esos expresidentes, guardaron silencio, pues muchos prefirieron bailar en la tarima, hacer proselitismo político barato, proyectos mal estudiados, mal hechos, con impresionantes sobreprecios -aún nadie dice nada sobre el problema de las turbinas con más de 20 mil fisuras, proyecto hecho por una empresa china; ¿no se atreven porque tienen dinero y dan préstamos?- gastando ingentes valores en su propia promoción o cantando y tocando en el palacio presidencial, elevando a la calidad de heroína a una emigrante que volvió al país tras haber cercenado el miembro de su esposo en EE.UU. Ningún presidente ha tenido voluntad política ni patriotismo para enfrentar esta situación crónica.
Se compraron hasta dos aviones de lujo para transportar al presidente y su familia, pero no hicieron verdadera planificación de una estructura eléctrica para tener siempre la tranquilidad de que aunque haya estiaje estaríamos a salvo. También son culpables los funcionarios; de ministros para abajo han sido parte de un ‘delito por omisión’.
Un ministro con desparpajo dijo: “roguemos a Diosito que mande lluvias”. Y tenemos que mencionar a los sindicatos de la electricidad, que han mantenido amarradas las manos a los diferentes gobiernos, extorsionando por sus prebendas, con sus sueldos dorados. No dejemos que la burocracia tenga la planificación y la esconda en el tercer cajón del escritorio.
Desde ya planifiquemos la estructura definitiva de la energía del país. Desarrollemos estudios y apliquemos ya los proyectos de energía eólica, solar, termoeléctricas que funcionen con gas natural o diésel e hidroeléctricas que deben ser terminadas y reparadas algunas. Así, en unos dos años podríamos tener una mejor perspectiva de desarrollo. Con los apagones perdemos millones de dólares diarios por ineficiencia y falta de ejecutividad de todos estos gobiernos que no nos han traído progreso sino subdesarrollo.
José Agustín Arias Osejo