Cartas de lectores | Ficcionario estratégico

La obsolescencia de los servicios públicos en Ecuador, como la electricidad, obedece a vivir de manos atadas por una Constitución estatista (Montecristi, 2007) que sataniza la inversión privada como ‘neoliberal’. Los asambleístas son cómplices del atraso en el sector eléctrico al prohibir las reformas a este bodrio estatista, con el cuento de que la luz es ‘sector estratégico’. En el ideario invertido del marxismo es ‘estratégico’ dejar al pueblo a oscuras, sin educación, salud ni libertad, reducido a mendigo del Estado, tipo Venezuela o Cuba. La carta maligna de Montecristi es un ficcionario de corrección política marxista, a la medida del retrógrado ‘progresismo’ del siglo XXI. Es inhumano que un bodrio ideológico coarte el desarrollo nacional, privilegiando una dictadura burocrática de ‘sectores sociales’ (los sindicatos que parasitan como feudo político al Estado). De tantos parches, el mamotreto de Montecristi quedaría cual sábana de retazos. Enviarla al basurero de la historia sería lo más ‘estratégico’.

Paúl Tapia Goya