Cartas de lectores: Con formación tóxica no evolucionaremos
Mientras en los hogares provean insumos tóxicos a las nuevas generaciones, no evolucionaremos como sociedad
Las sorpresas desagradables no tienen hora ni fecha, están disponible en cualquier ocasión. Ayer mientras alimentaba a mis gatiahijados pasó un vecinos con su nieta. La niña preguntó cuál de los gatos era el más juguetón; respondí que Salem, un gato macho mestizo de color negro. Cuando la menor iba a acariciarlo, el abuelo se lo impidió diciéndole: “no lo toques, es negro”. Al escucharlo le recordé que mis gatiahijados están esterilizados, vacunados, desparasitados y vitaminizados, prueba de ello son sus pelajes hermosos. Su respuesta inmediata fue: “nada le quita lo negro y mi nieta es blanca y de ojos claros”. La menor añadió: “yo soy rubia y bonita, el gato es negro y feo”. Dicho esto se alejaron. Estaba presenciando, en pleno siglo XXI, una escena de discriminación y racismo hacia una criatura inocente: un gato comunitario. La Biblia en Juan 7: 24 dice: “No juzguéis por la apariencia sino juzgad con juicio justo”. Mientras en los hogares provean insumos tóxicos a las nuevas generaciones, no evolucionaremos como sociedad ni el maltrato animal desaparecerá.
Marysol del Castillo