Cartas de lectores: Lo que ganó y perdió Río con Madonna en Copacabana

Esperemos que otros gobiernos autónomos descentralizados del mundo no sigan el mal ejemplo.

Se dice que las autoridades de la ciudad brasileña invirtieron $ 4 millones para la realización del concierto gratuito de Madonna, que reunió a 1,6 millones de personas. La Empresa de Turismo de la Alcaldía de Río estimó un ingreso de $ 60 millones a la economía local. Sin embargo, ha recibido duras críticas por usar fondos públicos para pagar el espectáculo hedonista y lleno de relativismo moral ofrecido por la diva del pop, donde el baile y la coreografía incluían alusiones sexuales como masturbación, beso lésbico, orgías y vulgar pornografía. El que autoridades públicas promuevan este tipo de espectáculos que presentan el placer sexual como algo cómodo y fácil o lo más importante, puede dar como resultado un inapropiado desarrollo del carácter moral de la sociedad, el rechazo de los valores morales que forman parte del amor verdadero que debe guiar la vida de los ciudadanos hacia la felicidad auténtica y el orden social. La selección de espectáculos públicos por parte de autoridades debería hacerse a la luz del carácter racional, manteniendo el respeto por la dignidad humana de todos los ciudadanos bajo su autoridad, sin distinción de edad. El progreso de un pueblo no puede medirse solo por desarrollo económico, depende mucho del desarrollo social y el código moral al que se acoge. La Alcaldía de Río de Janeiro tal vez generó ganancias para economía local, pero perdió la moral ciudadana. Esperemos que otros gobiernos autónomos descentralizados del mundo no sigan el mal ejemplo.

Estela Zea de Furlato