Cartas de lectores | La gente está harta de no ver resultados positivos

Cuando consciente y deliberadamente se busca que nada funcione es que se buscan y se persiguen otros propósitos

He analizado con intensidad el funcionamiento político del Estado en el Ecuador, del irrespeto a la Constitución de la República y de las leyes del país.

Todos claramente sabemos que no existen ecuatorianos con corona. Lo que actualmente existe es un estado de profunda insatisfacción, de odio, de deseos de venganza, de destrucción a como de lugar del pasado, de agresión inclaudicable a las figuras que administraron los asuntos del país. Lo que debemos tener claro es que una parte sustancial de nuestra sociedad está cansada de nuestro sistema político, de los partidos que nos han gobernado hasta la actualidad, de las figuras que encabezaron los gobiernos de turno, de no ver resultados positivos en la solución de los graves problemas que nos agobian, de la corrupción que existe en nuestro Estado en conjunto con amigotes, del estatismo de nuestra nación. La gente está harta de la lentitud e impunidad de la justicia. Juicios larguísimos y en extremo costosos son cada vez más la norma y no la excepción. Por esta razón, los ecuatorianos cada vez más se inclinan por más autoritarismo y menos democracia.

Mi preocupación actual, como lo he manifestado en anteriores opiniones, es que los ingredientes están siendo cocinados para una convulsión social. Las pasiones o aspiraciones, por legítimas que sean, no pueden servir de excusas para justificar la violencia en los discursos basados en la diatriba y en el insulto ya que no es despotricando a los adversarios, sino ofreciendo realizaciones que vengan a mejorar nuestra vida social y política, como debe conquistarse el favor de la opinión pública y por supuesto el voto popular.

Tengo muy claro que el fracturar la sociedad y polarizar a la ciudadanía de manera continua, nada bueno o positivo genera para nuestra comunidad ni para la patria. Una ciudadanía que se motiva con odio, el desacuerdo, a la agresión de unos hacia otros no es una comunidad que vaya a poder realizar los esfuerzos concentrados de los habitantes unidos para salir adelante. Una familia dividida no sobrevive. Cuando consciente y deliberadamente se busca que nada funcione es que se buscan y se persiguen otros propósitos. ¡Cuando los argumentos faltan la mentira surge!

Mario Vargas Ochoa