Cartas de lectores | Golpe de gracia a los jubilados

El 20 de junio el Dr. Saúl Chalco, presidente de los jubilados del Azuay, presentó una protesta ante el Dr. Esteban Villa, director del IESS-Azuay, y la Dra. Ana Isabel Andrade, jefa política de Cuenca, en el sentido de que el Dr. Eduardo Peña, director del Consejo Ejecutivo del IESS, ha propuesto la eliminación del decimotercero y decimocuarto sueldos a los jubilados. Esa pretensión es absurda desde todo punto de vista; lo cotidiano en los centros médicos del IESS es la falta de medicina y cuando la hay, es incompleta, el horroroso sistema de citas médicas, la irregular atención a los que requieren diálisis y así tantas vicisitudes que tenemos que pasar los afiliados. Con la eliminación de esos sobresueldos, empleados para adquirir medicinas y completar la receta, lo que el IESS no nos da, el Dr. Peña está escribiendo el epitafio en la lápida de miles de jubilados, de aquellos que dieron sus energías de sus mejores años en bien del país. Lejos de tener una vida digna, sosegada y de paz, a lo cual tenemos derecho y nos lo hemos ganado, pasaríamos a vivir en carestía y agobiados por las enfermedades.

El director del IESS debe dedicar su inteligencia y tiempo a buscar recursos nuevos, debe recuperar propiedades que tiene en todo el país la institución, demoler viejas edificaciones, como las de la calle Gómez Rendón en Guayaquil, vender sus terrenos o construir edificios para rentarlos.

La vida de los jubilados, que por naturaleza biológica y el paso del tiempo, que no perdona, es ya difícil. Quitarnos esos recursos es una clara demostración de ineptitud administrativa y falta de visión para resolver los problemas,

El quitarnos esos fondos es la firma de la sentencia de muerte y nos condena al patíbulo anticipadamente.

Compañeros jubilados, todos, alcemos nuestra voz de protesta en defensa de nuestros legítimos derechos, que no pase esa taimada idea de arrebatarnos nuestras vidas.

Pido al Dr. Eduardo Peña que trabaje para la vida no para la muerte. Escuche la voz de su conciencia; de no hacerlo, nunca podrá dormir y el descanso estará ausente.

Daniel Uyaguari Zh.