Cartas de lectores: La gran labor de monseñor Aníbal Nieto Guerra

Creo que monseñor Nieto se retira satisfecho por la labor cumplida

En estos tiempos de convulsión social, en los que agrupaciones sociales y políticas trastocan la paz, también existen luces que iluminan los caminos. No todo está mal. Hay casos que debemos resaltar porque se desarrollaron con gran positivismo, con deseos de hacer el bien a la comunidad. 

Estas acciones de desarrollo las ha practicado monseñor Aníbal Nieto Guerra, sacerdote de la Orden de los Carmelitas Descalzos -OCD-. Es importante resaltar su liderazgo. Monseñor Nieto, sacerdote español que llegó a Ecuador en noviembre de 1975, a la edad de 26 años como misionero carmelita en Sucumbíos, Oriente ecuatoriano, permaneció en el país en diferentes cargos hasta que el papa Benedicto XVI lo nombró primer obispo de la nueva Diócesis de San Jacinto en 2010. 

Desde esa fecha hasta 2025, cuando deberá retirarse por mandato superior tras 50 años en Ecuador, ha desarrollado múltiples obras en favor de las familias más necesitadas. Creó los cimientos de la nueva Diócesis de San Jacinto, cuyo territorio abarca varios sectores del Guayas, como Durán, Milagro, Naranjal, Yaguachi, Tenguel, El Triunfo, Lorenzo de Garaicoa, etc. 

Con su liderazgo promovió la Escuela de Formación de Cáritas, programas de superación personal y la transformación del dispensario diocesano para atención médica a miles de personas en Durán. Creo que monseñor Nieto se retira satisfecho por la labor cumplida, liderando un grupo de colaboradores que cumplió cabalmente las directrices de este respetado obispo de la Diócesis de San Jacinto de Yaguachi.

Rodolfo López Osorio