Cartas de lectores: El gran perdedor es Olón
Apoyemos la inversión de los capitalistas, entendamos que sin capitalismo no hay desarrollo
Definitivamente, somos dignos de nuestra suerte. Fue una desgracia lo que vivió Ecuador, con un gobierno que lo único que hizo fue crear un resentimiento social que está pasando factura (el correísmo).
No logro entender cómo un grupito de personas que supuestamente pertenecen a una comuna se oponen al desarrollo y bienestar de su entorno. Soy un hombre que ama la naturaleza; me molesta cuando arrancan una hoja de una planta o desentierran un árbol, no digamos cuando matan o cazan animales. Nunca he tenido un pájaro o ave enjaulada, peor podría estar de acuerdo con la depredación de manglares o rellenos de esteros o estuarios.
Una empresa tiene la intención de crear fuentes de trabajo para más de 2.000 personas de la zona por más de dos años, mejorar la región, atraer turismo, invertir una fortuna en un proyecto que cualquiera país del mundo lo desearía; pero en nuestro Ecuador nos oponemos sin razón, justificativos o argumentos válidos. Solo porque alguien les dio un sánduche y una cola, con una descarada ignorancia (por no saber realmente por qué protestaban) se opusieron a un proyecto espectacular. ¿Qué pecado es tener dinero bien habido, con esfuerzo y trabajo? ¿Es la desgracia por ser de apellido Noboa o la esposa del presidente, que demandan y hasta un juicio les quieren poner? ¿Qué pecado es tener una empresa inmobiliaria?
El gran perdedor: Olón, la provincia de Santa Elena, el Ecuador. Hoy un anuncio en todas las noticias y redes se difundió; más de uno de los pocos ignorantes que se oponían al proyecto estarán arrepentidos después de escuchar que no se hará la obra, pues pondrán un muro y archivarán el proyecto. Cuándo dejarán de oponerse a que el país avance y dejemos de ser subdesarrollados.
Apoyemos la inversión de los capitalistas, entendamos que sin capitalismo no hay desarrollo, no hay trabajo y no hay avances.
Luis Alberto Peña Pictta