Cartas de lectores: Las guerras y el daño colateral

Lo que no podemos tener es un partido político o un gobierno dirigido por delincuentes y prófugos de la justicia

Las guerras y conflictos armados conllevan daño colateral. Los políticos de oposición no dicen nada cuando mueren inocentes en tiroteos entre bandas. La desaparición de cuatro adolescentes es triste y lamentable. Es verdad que vimos que militares los tomaron en custodia, el caso está en proceso de investigación. 

Los miembros de la Policía y FF.AA. no son delincuentes, ni criminales, son profesionales que merecen el beneficio de la duda; ellos están conscientes del riesgo que implica una desaparición forzada. Los estados de excepción y la declaración de conflicto interno son situaciones asfixiantes para los grupos delictivos y narcopolíticos; están desesperados, no saben cómo hacer para quitarse la presión de las FF.AA. en las calles y sectores populares. 

Incendian bosques con drones para que los militares vayan a apagar incendios y salgan de las calles; las investigaciones han demostrado que los incendios fueron intencionales. Los narcos han infiltrado la política, la justicia (caso Metástasis); es posible que haya algún infiltrado en la Policía, y en FF.AA., como en el caso de los radares de Montecristi. 

No extrañaría que en un entorno preelectoral, esto sea un montaje para incriminar a FF.AA. y Policía para captar el voto del hígado. No se puede culpar al Gobierno si no llueve, a las FF.AA. si cometen algún error, que no quedará sin castigo. Lo que no podemos tener es un partido político o un gobierno dirigido por delincuentes y prófugos de la justicia. Pensemos como Deng Xiaoping que cambio China: “no me importa de qué color es el gato, si casa ratones”.

Juan Orús Guerra