Cartas de lectores: ¿Hay justicia en este país?
La moralidad solo será posible con el reconocimiento legal y la moral integral de nuevos jueces y fiscales
Siempre en Ecuador ha habido problemas con la justicia, pero actualmente la Función Judicial ha perdido el recato; carece de independencia y de vergüenza. El problema mayor son los jueces y fiscales, que han crecido en número, envueltos en la corruptela. Con excepciones, les falta moral y ética. Los ejemplos donde la justicia no tiene vergüenza abundan. El día que se destituya y encarcele a jueces, fiscales, secretarios, abogados y demás funcionarios de la administración de Justicia envueltos en corrupción, se acabará el libertinaje del uso de recursos con los cuales dejan libres a criminales, delincuentes, mafiosos, terroristas y demás antisociales (“no hay pruebas suficientes para procesarlos”). ¿De qué sirven las detenciones si dan libertad a aprehendidos con evidencias comprobadas? El caso Metástasis salpica a varios funcionarios de la justicia, unos prófugos y otros presos. La pugna de poderes en las elecciones del nuevo titular de la Corte Nacional de Justicia se encuentra en tira y jala político, de la forma más inadecuada. Lo mismo sucede con la elección del vocal y presidencia del Consejo de la Judicatura. El país está viviendo el más grande descrédito de la justicia. La moralidad solo será posible con el reconocimiento legal y la moral integral de nuevos jueces y fiscales. La necesidad de una ley de carrera judicial es cada vez más imperativa, para que nunca más un juez, de cantones o provincias, se atreva a dictar justicia torcida y sospechosa, y siga ejerciendo cargos. Señor presidente, mantenga lo dicho: “la batalla recién comienza”.
Robespierre Rivas Ronquillo