Cartas de lectores: Los hilos luminosos de las celebraciones
Los hilos luminosos están en todas las celebraciones; sus filamentos germinan de las entretelas del singular verso que somos
Dejemos que arranque el ímpetu, con su lenguaje místico y con el sigilo de su vocabulario, para que el intercambio de felicitaciones no pierda su profundo valor contemplativo de comunión. Hemos de renacer, por tanto, con las cuerdas profundas de la alegría.
Que no nos distraigan los aspectos exteriores, vayamos al fondo de nuestros interiores, a buscar la luz y a rebuscar lo auténtico del verso viviente. Nuestra historia es la biografía de un poema que no fenece. Ahora, en este justo instante, activemos los labios porque nos ha nacido la inspiración, con la sonrisa en la boca y el pulso de la esperanza en los ojos.
Solo hay que mirarse y verse, acogido por el edénico azul del cielo. Los hilos luminosos están en todas las celebraciones; sus filamentos germinan de las entretelas del singular verso que somos, acontecimiento que supera los límites del espacio y del tiempo, porque el recién nacido que llevamos consigo, está realmente presente a nuestro lado; lo podemos hallar ahora mismo, en un hoy sin ocaso.
Víctor Corcoba