Cartas de lectores | Hospital del IESS no hace respetar la ley del anciano

Este hospital debe ser intervenido

El miércoles 14 del presente mes y año, estuve haciendo cola a las diez de la mañana en la oficina donde dan el día y hora para hacer los análisis de sangre y orina. Había unas cuarenta personas haciendo la cola, unos sentados y la mayor parte de pie. Unos 15 éramos de la tercera de edad y le expuse al guardia que controlaba el orden que disponga que se atienda a los ancianos. Él nos expuso que cumplían la orden de arriba, es decir de la Dirección. De remate me tocó ser atendido a las doce del día. Luego de esperar dos horas, al cercarme a que me atienda el joven de la ventanilla puso un cartón indicando que ya no atendía. Yo protesté, pues el sueldo que él recibe es plata nuestra. Él manifestó que se iba a almorzar, o sea que era puntual para servirse el almuerzo. Ese empleado debería ser separado de forma inmediata pues no respeta la ley de la tercera edad. Por lo menos habían haciendo cola unos 20 pacientes y quedó una sola ventanilla. Me atendió una señorita a las doce y media p. m.

Este hospital debe ser intervenido, no existen médicos especialista, todo lo derivan a clínicas particulares, y los aparatos para tomar placas no están funcionando.

En mi caso estoy derivado al hospital de Babahoyo, con dos especialista de corazón y riñones, y con ello tengo que gastar en transporte y servirme allá los alimentos. En nuestro hospital no hay medicina y los más perjudicados somos los jubilados, ya que con el poco sueldo que cobramos tenemos que comprar las medicinas.

Como estaba protestando se me acercaron seis pacientes a quienes los había atendido la doctora de los ojos y me expusieron que los atiende a dos metros de distancia; les revisa los ojos y manda remedios. No los van a utilizar, por cuanto no saben si les van a hacer bien. Lo contrario sobre otra doctora: unos siete paciente estaban contentos por la atención que brinda. Amable, hace el chequeo correspondiente y explica cada remedio a qué hora hay que tomarlo y para que sirve. Ojalá fueran así todos los médicos del hospital.

Sugerimos a quien administra el hospital que no esté sentado en su oficina, recorra el hospital, pregunte a los pacientes cómo son atendidos y haga cumplir la ley de la tercera edad. No es un privilegio, nos lo merecemos por haber contribuido para la salud con 40, 50 años de aportes. Con ello devengan el sueldo que nosotros les pagamos.

Gualberto Arias Bonilla