Cartas de lectores | De la humildad a empresario de éxito
Decía que confiaba en el dinero limpio, fruto del trabajo honesto
Luis Adolfo Noboa Naranjo fue un empresario ecuatoriano considerado el más importante del Ecuador en el siglo XX. Fue el hombre más rico del país en su tiempo, y padre del empresario y político Álvaro Noboa, y de la empresaria Isabel Noboa. También fue suegro de Annabella Azín y abuelo del presidente Daniel Noboa Azín. Nació en Ambato, Ecuador, el 1 de febrero de 1916. Su padre, Luis Adolfo Noboa Ledesma, era un médico y odontólogo peruano, y su madre, Zoila Matilde Naranjo, una costurera. Tuvo tres hermanos y quedó huérfano de padre a temprana edad. Se trasladaron a Guayaquil, donde su madre trabajó en un pequeño hotel y él ayudaba con trabajos variados. Fue lustrabotas, vendedor ambulante y anunciador de peleas de box. Estudió hasta el sexto grado, ya que tenía que trabajar para mantener a su familia.
En 1928, comenzó a trabajar para Juan X. Marcos como conserje en el Banco Sociedad General de Crédito, donde hizo préstamos que le permitieron abrir una casa de cambios a los 17 años. En 1935 comenzó a exportar arroz y en 1941 ganó su primer millón de sucres al transportar 110 mil quintales de arroz a Venezuela. Más tarde trabajó con Víctor Emilio Estrada y representó varias empresas, incluyendo la automotriz De Soto. Continuó exportando banano y obtuvo la concesión de la marca Quaker Oats en 1961. En ese mismo año, adquirió Molinos Poultier, creando la Industrial Molinera y Exportadora Bananera Noboa.
Contrajo matrimonio con Isabel Pontón, con quien tuvo seis hijos: Luis, Isabel, María Elena, Diana, Álvaro y María Leonor. Su segundo matrimonio fue con Mercedes Santistevan, con quien no tuvo hijos. Entre sus frases célebres destacan sus reflexiones sobre el trabajo, la dignidad y el éxito. Creía firmemente que el trabajo es la base para el bienestar y la justicia social, y que la dignidad es la suma de distinción y honor.
Sobre el dinero, decía que confiaba en el dinero limpio, fruto del trabajo honesto. En cuanto a la vida, afirmó que hay que luchar por ella, ya que la muerte está siempre al acecho.
Luis Noboa se levantó por sus propios méritos para convertirse en el mayor empresario ecuatoriano del siglo XX. Falleció en Nueva York el 28 de abril de 1994.
Alfredo Suquilanda Valdivieso