Cartas de lectores | Igualdad ante la ley, sí; privilegios, no

Estas minorías en contubernio con ciertos gobiernos que falsamente se autocalifican de progresistas

La civilización occidental, cuyo soporte espiritual y ético es el cristianismo, hoy se ve gravemente amenazada por la cultura ‘woke’ o progresismo, corriente que ha creado y propiciado una serie de antagonismos y rivalidades entre las minorías sociales que se identifican como oprimidas: el feminismo que considera a la mujer víctima ante el hombre opresor, los grupos LGBT frente a los heterosexuales, la raza indígena y negra frente al hombre blanco o mestizo; incluso se victimiza a la naturaleza y a los animales. Este nivel de confrontación es utilizado por la izquierda política para sus fines electorales y ha ocasionado la opresión y destrucción de sus pueblos, como en los casos de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, pertenecientes al mal llamado socialismo del siglo XXI . El feminismo, al utilizar y convertir a la mujer en víctima o rival del hombre y no su compañera o complemento de vida, está exacerbando al machismo que dice combatir. Los grupos LGBT, con sus marchas públicas grotescas, con expresiones hasta obscenas, como lo sucedido en la inauguración de las Olimpiadas en París, donde de forma burda y blasfema se han burlado de Jesús y de nuestros valores cristianos. Estas minorías en contubernio con ciertos gobiernos que falsamente se autocalifican de progresistas, reclaman derechos y privilegios y no igualdad ante la ley de todas las personas, que debe y tiene que ser el principio y fin de todos los integrantes y estamentos de toda sociedad. Igualdad ante la ley, sí; privilegios, no.

Manuel Yépez Andrade