Cartas de lectores: Las implicaciones del riesgo país

Últimamente se escucha mucho del riesgo país; lo vemos de lejos, lo sentimos de cerca. Pero el ciudadano siente que no es con él. En sí, el riesgo país mide la percepción de los actores internacionales respecto a la posibilidad de un país de cumplir con sus pagos de deuda. Ecuador ha mantenido históricamente alta volatilidad en este indicador, causada por factores económicos y políticos. Esta combinación ha llevado a que en las últimas semanas supere los 1.100 puntos, tendencia muy marcada en los últimos años, dificultando el acceso a mercados internacionales, pues si Ecuador realizara una emisión de bonos, la tasa de interés tendría que fijarse entre 12 % y 15 %. Sin embargo, a principios de año, el riesgo país comenzó a reducirse, llegando el 7 de febrero (antes de las elecciones presidenciales) a 903 puntos, el nivel más bajo registrado en el gobierno del presidente Noboa. En diciembre de 2023, ese mismo indicador alcanzaba los 2,141 puntos. La percepción de una victoria del presidente-candidato contribuyó a la reducción gradual del riesgo país, alentando la tranquilidad de los mercados por la continuación de la disciplina fiscal y los compromisos con organismos multilaterales, especialmente con el FMI. Sin embargo, la desazón por los resultados de las elecciones y la segunda vuelta, sumada a la falta de mayoría en la Asamblea, hizo que el riesgo país cerrara el 10 de febrero en 1.162 puntos. Luego, con el anuncio del cambio de ministro de Economía, el riesgo país llegó a 1.241 puntos el 14 de febrero.

Probablemente, cerca de la segunda vuelta (13 de abril), el riesgo país aumente, especialmente por lo apretada de la contienda. Para el 21 de febrero, el riesgo ya estaba en 1.369 puntos. Si las encuestas favorecen a la candidata correísta, el indicador subirá, ya que existe preocupación por un gobierno de esa línea, que revive temores del pasado, cuando Rafael Correa ejerció la presidencia, como el ‘default’ de 2008, la expulsión de organismos multilaterales y el sobreendeudamiento del país, entre otros problemas que aún persisten. Además, la candidata Luisa González carecerá de independencia en sus decisiones, pues la figura del expresidente es una figura predominante en su partido. ¿Qué nos espera como país?

Jorge Calderón Salazar