Cartas de lectores | Juventud acanallada
En el país existen decenas de miles de jóvenes reclutados por los GDO
La ausencia de formación moral y ética en nuestros hogares, las severas limitaciones de oportunidades de empleo, fueron caldo de cultivo para desarrollar la delincuencia en nuestra vulnerable juventud. Si le agregamos la complicidad del Estado con la aplicación de nefastas políticas públicas y de inmigración, implementadas entre 2007 y 2017, se dio la aparición en nuestro territorio de los Grupos de Delincuencia Organizada -GDO-, que comenzaron a estructurarse, organizarse y financiarse a la sombra de carteles del narcotráfico internacional. Si queremos buscar explicaciones de nuestra situación, debemos realizar un autoexamen de la realidad socioeconómica que vive el país. Debemos explicamos cómo hacen familias enteras, barrios y sectores populares densamente poblados, principalmente en la costa ecuatoriana, cuya población mayoritaria carece de empleo formal. No tiene servicios básicos ni recibe asistencia social para sobrevivir cada día con sus familias. Quien no trabaja, no come, pues carece de ingresos; entonces toda esa juventud excluida del sistema ha sido fácilmente reclutada y adoctrinada por mafias que dirigen los GDO para ejecutar sus ilícitos negocios, al amparo del financiamiento y equipamiento logístico de los carteles internacionales de la droga. En el país existen decenas de miles de jóvenes reclutados por los GDO, ejecutando actividades y negocios criminales e ilícitos, por los cuales perciben ingresos con dinero sucio, medio con el cual fomentan sus vicios y alimentan a sus familias. Mediante Decreto Ejecutivo No. 111 expedido por el presidente de la República el 9 de enero de 2024, la fuerza pública (militares y policías) está autorizada para neutralizar a los delincuentes con la misma contundencia con que ellos actúen y exterminar sistemáticamente a todos estos grupos delincuenciales. Comenzaremos a ordenar nuestra casa, aunque vaya a costar seguramente la pérdida de vida de algunos jóvenes acanallados; no obstante, se requieren políticas públicas encaminadas a restablecer las oportunidades y la dignidad de la juventud de amplios sectores populares de nuestro empobrecido Ecuador.
Víctor Eligio Gavilánez Castro