Cartas de lectores: La Libertad sin reina
¿Es necesaria su elección, cuál es su función, que beneficio trae a la comunidad?
En épocas pasadas la celebración de la parroquia La Libertad - Salinas, cada 11 de diciembre era una algarabía que concentraba a los peninsulares en sus calles 9 de octubre y Guayaquil. Siendo la primera reina de la parroquia Fanny Cepeda, quien presidió los festejos. Ferias comerciales, balconazos, desfiles, bailes populares, elección de reinas, carreras ciclísticas y elección de reinas eran parte de los festejos. La Libertad, principal nervio económico de la provincia de Santa Elena, se levantó progresista en torno a su refinería y muelle petrolero de Cautivo, lo que motivó la llegada de foráneos, nacionales y extranjeros, que fomentaron un crisol de hermandad junto a su océano. Creció al grito del comercio informal en sus calles y plazas, con un ritmo acelerado. La colonia de chinos se impuso con sus almacenes. Los comerciantes de la sierra con negocios de telas. En su costa se encontraba la Caleta, arco de piedra ícono del turismo. El barrio La Carioca de pescadores artesanales. Su playa bonita de Cautivo y las lagunas marinas que se forman en torno a sus escolleras. Atraen el turismo. Hermoso rincón de huecas, laderas y lomas; en una de ellas se encuentra su iglesia, de Nuestra Señora de la Esperanza. Las ciudades crecen y sus costumbres y tradiciones van cambiando. El pasado 14 de abril La Libertad celebró 32 años de ser elevada a cantón, decretado en 1993 por el expresidente Sixto Durán Ballén. Su actual alcalde descartó la elección de reina, aduciendo que los gastos que demanda este evento serían invertidos en obras de beneficio de la ciudad. Administraciones anteriores igual eligieron su reina y entregaron obras en homenaje al aniversario. ¿Quiénes recuerdan a una reina de La Libertad, por su accionar? ¿Es necesaria su elección, cuál es su función, que beneficio trae a la comunidad? Este año La Libertad se quedó sin reina. Ojalá que los recursos que no se gastaron generen obras de progreso en el puerto grande que dejó de ser pequeño, acariciado por la brisa del mar.
Evelio Patricio Reyes Tipán