Cartas de lectores | Loor al maestro ecuatoriano

Educar es un acto de fe en el futuro y en las personas

Hoy, 13 de abril se conmemora el Día del Maestro en honor a la fecha de nacimiento del más ilustre docente, escritor y novelista: Juan Montalvo Fiallos.

El maestro, el educador, es un ser especial. Tiene un don que lo distingue entre los demás.

Es alguien que entiende y asume la trascendencia de su misión, consciente de impartir conocimientos o propiciar el desarrollo de habilidades y destrezas para formar personas, enseñar a vivir con autenticidad, con valores definidos.

Es tener la mano siempre abierta, dispuesta a ayudar al que lo necesite, frente a una cultura que separa, excluye, rechaza o convierte la mano en un puño que golpea, que confunde conceptos con actitudes indebidas.

La fortaleza de un maestro es tener un buen liderazgo, sus ideales, calidad humana, responsabilidad de formación y guía de niños, jóvenes y adultos; fomentar y practicar los valores humanos que son principios fundamentales que dignifican al ser humano.

Educar es un acto de fe en el futuro y en las personas. Es creer que siempre es posible construir un mundo mejor, y esto es lo que constituye al incomparable poder de los educadores en la sociedad.

Como docente jubilada del Magisterio Nacional y de la Universidad de Guayaquil, me siento feliz del deber cumplido y de haber servido a mi patria.

Jacqueline Calero de Mora