Cartas de lectores: Luego del debate presidencial, ¿qué?
Cumplido el debate de segunda vuelta, más que certezas, quedan incertidumbres. La candidata Luisa González con su seriedad, forma de dar la mano y vestimenta deseaba proyectar carácter y que ella es quien tomará las decisiones si llega a ser gobierno.
Para quienes siguen de cerca cómo se comporta la Revolución Ciudadana es difícil de creer, teniendo atrás a Rafael Correa, pero eso deseaba proyectar, además de reflejar que iría al ataque, lo que buena parte de la población ya no desea. Por otro lado, el presidente y candidato Daniel Noboa quiso acentuar su juventud para mantener cautivo el voto joven (mostrándose con jean y un saco casual); prefirió sonreír y no caer en la provocación de la otra candidata. Ya en los ejes que se iban a discutir, mejor arranque tuvo la candidata correísta, aunque después fue mejorando de a poco Noboa. Este último debió aprovechar el conocimiento de las cifras para mostrarse como el estadista que Ecuador necesita en estos tiempos.
El deseo de ambos de posicionar mensajes cortos para llegar al electorado fue mejor para Noboa con la frase “Luisa te desdolariza”. Mientras que la candidata González decidió empantanar la discusión en ciertos temas, que en algunos momentos cansaba, además de buscar la victimización como mujer para ganar más adeptos y provocar al candidato-presidente. La lista de buenos deseos todos la conocemos (crear empleo, atraer inversión extranjera, mejorar la seguridad social, etc.), pero la falta de profundidad hizo que no se conozcan los cómo.
Si tenemos dinero todo es posible, pero esa no es la situación del país en la actualidad, a lo que hay que agregar que debe existir buena planificación y gestión de los recursos públicos para garantizar el cumplimiento de lo que se proponga desde cualquier cartera de Estado. Además, el rol de la moderadora dejó mucho que desear.
Se esperaba más de alguien de la talla de Ruth del Salto. Se limitó a decir las preguntas y señalar los tiempos, no propició un verdadero debate y se dejó llevar por lo que los candidatos tenían preparado, eludiendo e incluso no contestando las preguntas en reiteradas ocasiones. El debate sería más decisivo probablemente si estuviera más cerca de la fecha de la elección, porque ayudaría en parte a posicionar mejor los mensajes de cada uno; lo sucedido en el debate no durará más de una semana en la discusión de las personas y los medios y nos enfocaremos en el siguiente tema. Recuerda Ecuador, más que un presidente, decidimos un futuro.
Jorge Calderón Salazar