Cartas de lectores: Hacia el fin de Maduro y Cía.
¿Cómo hacer para que Maduro se retire? Cortándole el flujo del dinero desde los centros económicos
La empresa argentina ExClé es responsable del hackeo de los comicios en Venezuela. Sus ejecutivos han desaparecido. La victoria anunciada por Maduro con el 51 % de votos confirma el hackeo. Cercado, con cada vez menos poder y control, Maduro prohíbe el internet y las redes sociales. Poco importa; Musk, dueño de X, ha puesto a disposición de la oposición los satélites de su propiedad para que por ahí circule el internet. Todo esto hace un contraste singular, pues prácticamente toda América Latina, excepto Méjico, Nicaragua y Colombia, reconoce al candidato González como vencedor en la contienda con Maduro. El gobierno estadounidense también. Y el Centro Carter, conocido por su activismo ‘progresista’, finalmente asegura que la honestidad no ha funcionado en Venezuela y ha desautorizado a Maduro. El papel que causa más vergüenza es el apoyo a Maduro que hace Correa. Pero calladamente está reordenando sus ideas para salir con otro aire de esta política inaudita. ¿Qué ocurre con la democracia en Venezuela? No existe, solo es un nombre y si Maduro aceptó las elecciones no fue por el creciente papel de la oposición y el rechazo de la ciudadanía, sino para aparentar que respeta la voluntad popular. Todo esto entre comillas, pues la democracia para Maduro y su camarilla de ladrones es un pretexto que sirve para ‘legitimar’ al régimen. Hay que tener el convencimiento de que dirige un cartel de drogas y tiene una nómina de gente sobornada que trabaja para él. ¿Cómo hacer para que Maduro se retire? Cortándole el flujo del dinero desde los centros económicos de América del Norte y Europa (desde Nueva York a Londres). Aislarlo sin representaciones diplomáticas y cercando a los aliados de Maduro que están entre Nicaragua, Rusia, China y Corea del Norte. Debe, además, el Tribunal Penal Internacional emitir su orden de captura.
Si en realidad la vocación por la democracia se respeta aunque el costo sea grande no hay otro modo porque se acabó la forma de antes de intervención militar, como se hizo en República Dominicana en 1965, Chile en 1973 y Granada en 1987.
Francisco Bayancela González