Cartas de lectores: El menos malo
Desgraciadamente, si no aprendemos a elegir bien, si no aprendemos a razonar fríamente el voto
A las puertas de una nueva elección, las alternativas de candidatos que tenemos son las mismas de siempre: políticos millonarios (se lo puede ver por su estándar de vida), empresarios de dudosa honestidad, sindicalistas y líderes populares que no justifican sus patrimonios, algunos que son ‘pobres’ (porque no tienen registro de pago de impuesto a la renta, pero tienen un gran patrimonio), etc.
En otras palabras, si hacemos un análisis FODA de todos los candidatos, resulta que ninguno, exactamente ninguno, cumple las cualidades necesarias para sentarse en el sillón presidencial.
Por lo que nuevamente nos toca elegir al que consideremos menos malo.
Ya hemos tenido de todo: extranjeros, costeños, serranos, ricos, pobres, militares, arquitectos, ingenieros, abogados, médicos, comunistas, conservadores... pero lo único que necesitamos es a uno que sea capaz y honesto. Y en esto, el pueblo, cuyo voto directo pone a las autoridades, ha demostrado no tener la suficiente sabiduría para elegir bien; pueblo propenso al inmediatismo, a las promesas, a los subsidios, a la demagogia; pueblo con un carácter de ‘pan para hoy, hambre para mañana’.
Desgraciadamente, si no aprendemos a elegir bien, si no aprendemos a razonar fríamente el voto, no tendremos futuro como país.
David Ernesto Ricaurte Vélez