Cartas de lectores: Nos está matando la desigualdad económica
Cada dos segundos una persona se ve obligada a dejar su hogar, sueños y esperanzas
Un informe reciente de Oxfan Internacional dice que las ocho personas más ricas del mundo, juntas poseen la misma riqueza que los 3.600 millones de pobres que existen en la tierra. Comenta además sobre un modelo económico mundial que no funciona porque “canaliza la riqueza solo hacia una élite exclusiva a expensas de los más pobres de la sociedad, en su mayoría mujeres”.
Son muchos los que viven temerosos de que esta creciente y brutal desigualdad económica pueda en algún momento causar grandes cataclismos y revueltas sociales como las que ya se observan a nivel mundial. Nuestro país ya tiene algo parecido. La riqueza económica está repartida solo en dos o tres familias.
Es inexplicable que paguemos 10 centavos de dólar por un guineo, cuando la mayor plantación de banano del mundo está sembrada en nuestra tierra. Muchos se estarán preguntando hacia dónde va toda esa riqueza que genera este fruto.
Esta es manejada por quienes ahora viven postulándose para concejales, consejeros, diputados, alcaldes y presidentes, y que no tienen la menor vergüenza de salir a las calles gritando que ellos también pertenecen al pueblo.
Hoy que todos los estamentos del Estado están en ruinas por el saqueo permanente de quienes pregonan ser representantes del pueblo, ha llegado el momento de que la juventud cumpla con responsabilidad en las próximas elecciones; en sus manos está el que podamos cambiar este modelo absurdo que nos está matando y poder vivir más seguros. El estamento es el estrato de una sociedad definida por un común estilo de vida o análoga función social, donde se comparten ciertas características, cada división sujeta a un marco legal particular.
La respuesta también podría darla la educación que se imparte en escuelas, colegios y universidades. Desgraciadamente, nadie hace nada por superar los altos niveles de desplazamiento de nuestra juventud al extranjero, huyendo del malestar causado por la delincuencia, drogas, criminalidad, falta de trabajo y desorden judicial que no tiene parangón en la historia de nuestro país.
Un informe de NN. UU. en 2018 para los refugiados dice que millones de personas han huido de sus hogares, principalmente como consecuencia del malestar social y las guerras. Cada dos segundos una persona se ve obligada a dejar su hogar, sueños y esperanzas. Esperemos que a los ecuatorianos no nos mate la desigualdad económica y que nuestros jóvenes luchen con denuedo por salvar a la patria.
José Emilio Ruiz Ortiz