Cartas de lectores: Matilde, Jenny y Rosalía, grandes mujeres del Ecuador
Jenny investigó por varios años y pudo hacer conocer al Ecuador todos los maltratos verbales que escuchó
En Matilde Hidalgo de Procel, una mujer total, libro escrito por Jenny Estrada, da a conocer detalles de los logros de esta valiente joven lojana que deseaba ser médica, algo vedado entonces para una mujer. Jenny investigó por varios años y pudo hacer conocer al Ecuador todos los maltratos verbales que escuchó por desear ingresar a un colegio secundario; con valentía, logró graduarse de bachiller con honores en Loja. Por ser mujer, en Quito le niegan el ingreso a la Universidad. Viaja a Azuay y la universidad le concede matrícula. El Dr. Honorato Vásquez, rector, tras hacer una evaluación de los méritos académicos de esta lojana le ofrece su apoyo. La Universidad organizó una velada literaria y Matilde Hidalgo escribió un poema a Cuenca; esa noche la sociedad cuencana reivindicaba a una mujer cuyo único delito era volverle la cara a los prejuicios para buscar la senda del conocimiento científico. El 29 de junio de 1919 recibe el título de Licenciada en Medicina. En octubre entra sin dificultad a la Universidad Central, siendo la primera mujer admitida para optar por el título de doctor; tiene que complementarlo con práctica hospitalaria y se somete a un concurso, siendo asignada a la Sala de Hombres del Hospital San Juan de Dios. Cuando se presenta ante su director, este la despide diciéndole: yo no trabajo con mujeres, vaya a aprender su papel de ama de casa y madre de familia. El Dr. Isidro Ayora, médico lojano residente en Quito, director de la Maternidad, le ofrece el internado para que este a su vez sea su residencia. Una tarde, al volver a la universidad, surge el encuentro con Fernando Procel, que acababa de graduarse de abogado en Quito; cuando ella culmine su internado y obtenga el doctorado se encontrarán en Loja. Matilde contrae matrimonio en 1923 a los 34 años. Se radican en Machala. Un año después de la partida del compañero de vida, Matilde sufre un ataque de apoplejía que paraliza su cuerpo y sume en la inconsciencia su mente. Su familia la trae a Guayaquil, donde fallece y es enterrada en el Cementerio General. En su memoria solo existe en Loja un monumento y una escuela lleva su nombre. En Machala, un colegio de señoritas. La Dra.Rosalia Arteaga hizo un recorrido del libro. Resaltó su gran amistad de más de 40 años con Jenny Estrada. Quienes fuimos amigas de Jenny sentimos su presencia; ella siempre resaltó que lo que más la hizo feliz es haber fundado la Escuela del Pasillo. Su retrato debería dar la bienvenida al lugar.
Laura Esther Gómez Serrano