Cartas de lectores | Metro de Quito: ¿solución o novelería?
Desde el punto de vista del usuario, el Metro es válido para recorridos en tren mayores a 10 km
La movilidad urbana en Quito ahora mismo es insoportable. Esto lo ha provocado el crecimiento exponencial del parque automotor que atora las estrechas y tortuosas calles de la capital. El problema inició con el siglo y parece no tener fin. En 2009 creyeron que la solución era un medio de transporte masivo, y con poco estudio decidieron construir un metro subterráneo; después de 14 años de viacrucis parece que va a ser realidad. Sin embargo, el ciudadano común tiene duda del servicio y sus finanzas y decide hacer un ejercicio de la vida real. Un estudiante de la UDLA que vive en Chillogallo, para trasladarse en el Metro toma el alimentador hasta Quitumbe; en el tren viaja hasta el Labrador, y luego toma otro alimentador que lo deja en el Ciclista. Se ha demorado 1h06 y ha pagado $ 0,60. Hay opción de viajar en bus; haciendo transbordo se demora 2,15 horas y, paga $ 0,70. Otro estudiante de la misma universidad vive en La Floresta y quiere viajar en el Metro; realiza el mismo proceso con la estación de la UC y se demora 0,76 horas, a un costo de $ 0,60. Puede también hacer un viaje directo en bus: pasaje $ 0,35 y tiempo 0,80h. Si el estudiante viviese en La Loma o en San Roque deberá regresar a la estación de la Magdalena o avanzar hasta la UC. El tiempo de viaje en el Metro sería mayor que en el bus. En fin, desde el punto de vista del usuario, el Metro es válido para recorridos en tren mayores a 10 km, no así para recorridos cortos, donde es mejor el bus. Desde el punto de vista de la Empresa Municipal, el recorrido corto merma el ingreso de pasajeros al Metro, pero en cualquier caso, tiene que pagar a los alimentadores 0,70 $/pasajero y el saldo rojo será $ 0,55. Conclusión, al comienzo por novelería el Metro viajará a su máxima capacidad (400.000 usuarios/día), luego la gente de a poco volverá al bus, perjudicando los ingresos del Metro e incrementando el subsidio Municipal y, lo que es más, perdiendo el objetivo para el cual fue creado.
Marco A. Zurita Ríos