Cartas de lectores: Nadar en el mar y morir en la orilla
Antes de ofrecer hogar temporal a una mascota convaleciente sean conscientes del lugar al que lo llevan
Muchos ayudan a mascotas comunitarias, sea brindando un hogar temporal sin cobrar, asumiendo los gastos en la veterinaria ante una urgencia, esterilizaciones oportunas, etc. Gracias a estos aportes silenciosos, los peludos en busca de hogar tienen otra oportunidad de vida, pero cuando el figureteo es más fuerte que la razón, toda obra se destruye. Escuché la historia de un rescate de tres gatos bebés. Una abogada financió su tratamiento de estabilización en una clínica veterinaria, pero no pudo solventar la convalecencia en clínica y solicitó entre sus amigas quién pudiera colaborar con hogar temporal para los hermanos. Una persona acogió uno y otra alardeando “yo porque puedo”, se llevó a los dos restantes. A los dos días uno de los gatos cayó en un pozo séptico del domicilio de su anfitriona porque lo dejaron suelto pues quienes habitan en dicha casa no gustan de los animales. Al sobreviviente no lo habían alimentado como corresponde, no contactaron con la abogada para solicitar el alimento pero esperan que ella lo suministre. La Biblia en Proverbio 18:2 dice: “Al necio no le complace el discernimiento, tan solo hace alarde de su propia opinión”. Salvarlo del resfrío para morir ahogado y en qué lugar, no hay perdón ni excusa. Antes de ofrecer hogar temporal a una mascota convaleciente sean conscientes del lugar al que lo llevan para tomar precauciones, y quiénes estarán a su alrededor.
Marysol del Castillo